María Santísima de la Soledad (La Soledad)
Hoy vamos a conocer la historia de María Santísima de la Soledad, una de las imágenes más queridas de la Semana Santa de Cieza. Esta venerada talla, obra de Juan González Moreno, procesiona cada año en el solemne Santo Entierro, marcando uno de los momentos más emotivos de la celebración.
Acompáñanos en este recorrido por la vida de esta imagen y su relevancia en la devoción y tradiciones de la Real Cofradía de María Santísima de la Soledad.
Realización:
1945
Escultor:
Juan González Moreno
Procesión:
Viernes Santo
Tabla de Contenidos
Detalles de la imagen y el trono de la Virgen de la Soledad
La actual imagen de María Santísima de la Soledad fue esculpida en 1942 por Juan González Moreno, después de que la talla original fuera destruida durante la Guerra Civil. Representa a la Virgen en actitud de dolor, con las manos entrelazadas y su mirada dirigida hacia el cielo, simbolizando su profundo sufrimiento. Esta talla de vestir, con características salzillescas, ha sido restaurada en varias ocasiones, destacando los trabajos realizados por Francisco Palma Burgos en los años 50 y por Ana María Martínez Guardiola en épocas recientes.
Desfila en la Procesión del Santo Entierro sobre un trono de finales del siglo XIX, obra de Andrés Pujante Cierva, originalmente destinado para la Dolorosa. La imagen porta un corazón de orfebrería con siete puñales, en alusión a los Siete Dolores de María, y cuenta con dos mantos bordados en oro sobre terciopelo negro, uno del siglo XIX y otro más reciente, realizado en 2016 por José Rubio.
Vídeos de la Virgen de la Soledad
En la última década, varios vídeos han inmortalizado el paso de María Santísima de la Soledad durante la Procesión del Santo Entierro, capturando la solemnidad y devoción que esta imagen despierta en los fieles de Cieza.
Itinerario de la Virgen de la Soledad de la Cofradía de la Soledad
La "Soledad" procesiona en el Santo Entierro, recorriendo las principales calles de Cieza cada Viernes Santo. Su trono avanza lentamente, acompañado por el fervor de los nazarenos y el profundo recogimiento que la envuelve en este solemne desfile.
